A veces creemos que porque un objeto está presentando desgaste, la solución es reemplazarlo por otro, pero –sin darnos cuenta– podríamos estar desaprovechando su vida útil por pura vanidad. Hoy te diremos cómo darles un nuevo aspecto a los muebles de tu jardín para que duren más temporadas contigo.
Primero que nada, debes tener en cuenta que el sol y la lluvia se alternarán durante todo el año para afectarlos, así que la mayoría del deterioro se debe a esto. Si tus muebles son de hierro, el agua ayudará a que se oxiden pronto; por eso, cada vez que llueva, debes esperar a que escampe para poder secarlos. De igual manera, debes hacerles mantenimiento cada dos años, renovando su pintura (lijando la capa anterior primero).
Por otra parte, si son de madera, lo mejor es barnizarlos para protegerlos del ambiente. También será mucho más fácil su limpieza; cuida que estén libres de polvo y secos la mayoría del tiempo. Para hacerle mantenimiento a este material, es recomendable untarle aceite de teca, pero no muy seguido, solo cuando ya esté un poco deteriorado.
Si tu estilo es mucho más orgánico y tienes muebles de bambú o mimbre, puedes limpiarlos con pañitos de microfibra, se mantendrán intactos por mucho tiempo. Sin embargo, para asearlos a fondo, debes utilizar agua salada (así no pierden rigidez). A pesar de que son de fibra natural, también debes protegerlos de la lluvia; barnízalos cada año ¡y quedarán como nuevos!
Por último, si te gusta ser práctico y prefieres los muebles de plástico, te gustará saber que son más sencillos de mantener. Lávalos con agua jabonosa y sécalos muy bien, retrasará el desgaste y la decoloración a causa del sol.
Ahora que lo sabes, revisa el estado en el que estén tus muebles y evalúa si todavía vale la pena deshacerte de ellos. Recuerda que una vez que adquieres nuevas posesiones, a estas también les saldrán detalles con el tiempo, así que, ¿por qué no darles una segunda oportunidad a las que ya tienes?