La dirección deportiva del Valencia regresa de Singapur con la promesa de fichar en el mercado de invierno

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Ha habido acuerdo. Gennaro Gattuso acaba de reunirse en Singapur con Peter Lim, máximo accionista del Valencia, para abordar un tema que no admitía más retraso en el calendario: la incorporación de nuevos jugadores en el mercado de invierno. El empresario ha mostrado su compromiso de reforzar la plantilla tras la visita del entrenador italiano, que estuvo acompañado en todo momento por el secretario técnico Miguel Ángel Corona y por Javier Solís, director corporativo del club. La intención no era otra que la de abordar el rumbo del proyecto deportivo de cara a 2023, teniendo en cuenta que el equipo llega al parón de selecciones dejando una inquietante sensación de irregularidad y ocupando la décima plaza en la tabla clasificatoria.

Al término de la reunión, el Valencia ha emitido un comunicado oficial informando sobre los movimientos estratégicos que se avecinan en este sentido, donde se deja claro que la entidad ya está valorando las opciones de refuerzo a corto plazo y poniendo además el foco en la hoja de ruta para los próximos meses. De entrada, la posibilidad de hacer fichajes en enero ocupa el centro del debate, siempre desde los límites económicos que maneja actualmente el club. El contexto financiero, que peca de suma fragilidad, obliga al cuerpo técnico a poner la mirada sobre oportunidades de última hora: jugadores a coste cero, cedidos o supeditados a operaciones que sean beneficiosas para la entidad. No hay mucho margen de maniobra.

Aunque para Gattuso y Corona el equipo empieza a dar síntomas de buen juego tras el empate en el Reale Arena y la contundente victoria frente al Betis, ambos buscan un punto extra de estabilidad que vaya mejorando poco a poco los resultados. En la lista de prioridades está el objetivo de reforzar el centro del campo, de hacerse con los servicios de un pivote defensivo que aporte equilibrio y circulación a la medular blanquinegra. El radar de fichajes, que ya está en funcionamiento, rastrea ahora el mercado para encontrar mediocampistas de ese perfil, que se adapten además a los requisitos deportivos y económicos del cuadro che.

La zona de medios del Valencia está fuertemente marcada por la juventud de sus cinco integrantes: Guillamón y Almeida tienen veintidós años; Nico González, veinte; y Yunus Musah e Ilaix Moriba, diecinueve. Con este escenario de por medio, Gattuso echa de menos un futbolista experimentado que sepa darle control y lectura fácil a cada uno de los encuentros. No en vano, esta ausencia de veteranía en labores tácticas es posiblemente una de las fisuras más notables del dibujo valencianista en lo que va de curso. El problema puede verse reflejado incluso en las casas de apuestas nuevas, donde los pronósticos muestran cómo el conjunto de Mestalla ha dejado de ser favorito para acumular grandes porcentajes de posesión.

Más allá de encontrar un recambio sólido para esa posición, otra de las tareas pendientes pasa por añadir un jugador de banda al trío de extremos (Lino, Castillejo y Kluivert) con el que ya cuenta el equipo. Se trata de una idea que viene barajándose por la dirección deportiva desde el mercado de verano y que todavía no se ha resuelto. El Valencia acusa en exceso la falta de otro futbolista más que tenga llegada y desborde por las bandas, sobre todo porque la baja de alguno de los existentes puede acarrear grandes desajustes ofensivos. Hasta la fecha, el vacío dejado por la cesión de Bryan Gil ha sido cubierto por Justin Kluivert, aunque el neerlandés, que fue un fichaje apresurado, no termina de explotar. Tampoco parece ser suficiente con el canterano Fran Pérez.

La visita a Singapur también ha girado en torno a otras cuestiones que del mismo modo atañen a la composición de la plantilla. Gattuso considera que ha llegado el momento de afrontar las renovaciones de Diakhaby y Toni Lato, tomar una decisión sobre el futuro inminente de Jesús Vázquez y ver qué ocurre con los cedidos Samuel Lino y Cenk Özkacar. Este último ha venido mostrando un rendimiento espectacular en el eje de la defensa, por lo que la dirección deportiva considera que sería una buena opción pagar los cinco millones de su traspaso. No abundan centrales con sus características.

Para que todo este flujo de jugadores llegue a buen puerto es necesario poner los pies en la tierra y considerar la situación financiera por la que atraviesa el Valencia. Las cuentas oficiales del último ejercicio arrojan unas pérdidas de cuarenta y seis millones de euros, algo que ya anticipó la presidenta, Lay Hoon, hace unas semanas. De hecho, las dificultades forzaron al equipo a usar pagarés para hacer frente a las fichas de la pasada campaña.

Ante el peligro de disolución, Peter Lim se ha visto obligado a emplear los treinta y cuatro millones del fondo CVC, además de poner en marcha un par de ampliaciones de capital para suavizar el asunto. El panorama no es ni mucho menos el esperado, por lo que el club tendrá que buscar ingresos extraordinarios con la venta de futbolistas y asumir una contención del gasto que poco beneficia al juego del segundo tramo del año. Lo que también es una certeza es el volumen de presupuesto que tendrá el Valencia en la 2023/2024: ciento nueve millones de euros.

Fuente de la imagen destacada: Valencia CF

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