La atleta belga Marieke Vervoort, campeona paralímpica y participante de esta edición de Río 2016, decidió que esta sería su última participación deportiva, al firmar los papeles para someterse a la eutanasia, debido a la enfermedad degenerativa espinal que la aqueja.
Vervoort ha conmovido al público después que se conoció esta decisión, que cuenta con el consentimiento de los médicos y de la que se sabe será tras su participación en Río 2016. La eutanasia en Bélgica está amparada por la ley desde 2002.
“Entreno muy duro, incluso si tengo que luchar día y noche contra mi enfermedad. Espero terminar mi carrera en el podio”, expresó la atleta a los medios, cuya enfermedad le ha ocasionado parálisis en la mitad inferior de su cuerpo, una visión reducida al 20 %, así como intensos dolores y sufrimiento.
La belga logró guindarse la medalla de oro en los 100 metros en silla de ruedas y una medalla de plata en los 200 metros en los Juegos disputa dos en Londres 2012, en esta oportunidad espera emular su hazaña en tierras suramericanas.
Vervoort se muestra muy abierta a hablar sobre el tema, ha dicho que su cuerpo dirá cuándo será el momento indicado, mientras tanto se concentra en lograr sus metas en Río. También comenta sus deseos después de su muerte: “Quiero que mis cenizas se esparzan en Lanzarote, un lugar que me transmite paz».
Su padecimiento degenerativo comenzó a los 14 años de edad con un dolor de pie y continuó su curso hasta que a los 20 tuvo que comenzar a usar la silla de ruedas, pero esta no la amilano, por el contrario, la encaró haciendo deporte, entrenando a diario en varias disciplinas hasta que se quedó con el atletismo de pista.