No hay pelota que se le escape a Morteza Mehrzad, un jugador iraní perteneciente a la selección de voleibol sentado de Irán, su particularidad es que mide 2,46 metros, lo que lo ha convertido en una sensación de los Juegos Paralimpícos Río 2016 y a su equipo en el favorito para ganar la medalla de oro.
La estatura de Mehrzad se debe a una enfermedad crónica llamada acromegalia, causante de producir en exceso la hormona del crecimiento durante la adolescencia.
Su incapacidad para caminar se debe a un accidente que sufrió a los 15 años, mientras manejaba bicicleta se lesionó la pelvis y su pierna derecha dejó de crecer al ritmo que la izquierda; sin embargo, debido a su altura, aun permaneciendo sentado es el más destacado de su equipo de voleibol.
Con elevar solo un brazo puede bloquear balones, rematar y anotar puntos con mucha facilidad, lo que le causa un poco de sorpresa a sus rivales.
La selección de Irán, de la mano con Mehrzad, aspira sumar la medalla de oro número seis en esta modalidad, que no gana desde 2008. Actualmente la selección de Bosnia es la actual campeona paralímpica.
Sobre el atleta iraní, el entrenador de la selección, Hadi Rezaei, ha expresado a los medios que antes solía ser una rareza y era exhibido como tal en Irán, por su gran tamaño, pero con mucho empeño y esfuerzo por parte de él se ha convertido en un campeón.
Hace cinco años que el jugador iraní se dedicó al voleibol y a partir de ahí ha cosechado éxitos. Fue descubierto por su entrenador, al verlo en televisión, por sus características físicas lo contactó, sabía que sería una pieza clave en su equipo y así lo ha demostrado.