Si lo tuyo es el contacto con la naturaleza, con la historia, con lo espiritual y dejar atrás la civilización, definitivamente Isla de Pascua es un destino que debes considerar, y con estos consejos te convenceremos que llegar al paraíso no es tan difícil como piensas.
Como es un lugar aislado, solo una aerolínea llega a la Isla de Pascua desde dos destinos, Santiago de Chile y Tahití, en temporadas altas vuelan dos veces al día. Para evitar inconvenientes te recomendamos planearlo con tiempo y mientras más distante sea la fecha del viaje que la compra, más baratos serán tus boletos. Si quieres ir a la gran fiesta anual de Rapa Nui, llamada Tapati, cómpralos con hasta seis meses de anterioridad.
No subestimes el tamaño de la isla, no es un destino para un paseo de tres días, existen muchos parajes qué conocer y muchas actividades qué hacer. Es un lugar maravilloso para explorar por ti mismo, su arqueología, la paz que brinda, sus atardeceres y la cultura de los isleños.
Para el alojamiento existen opciones diversas, estos van a depender del tipo de viaje que quieres hacer y tus acompañantes. Hay pocos hoteles que pueden considerarse de lujo, con precios elevados y todas las comodidades, también hay otros económicos con excursiones incluidas; sin embargo, las más populares son las cabañas y el camping, cuando de ahorrar se trata.
En cuanto a traslado, lo mejor es rentar un auto para salir de Hanga Roa (la zona urbana) y deleitarte la playa de Anakena o el volcán Rano Raraku. Debes ir más allá de los moai y sus altares ceremoniales llamados Ahu, -gigantescas esculturas de piedra- y sentirte un explorador en las cuevas como Ana Te Pora o Ana Kakenga.