Las rodillas son delicadas debido a su función y características de la piel. Muchas veces pueden adquirir una apariencia envejecida o descuidada de forma prematura, lo que nos hace desistir al momento de usar faldas o shorts y empezamos a escondernos. Para evitarlo es mejor cuidar nuestras rodillas antes de que sufran las consecuencias.
La mayoría de los casos de rodillas envejecidas se deben a la disminución de las fibras de colágeno y elastina en la piel, que provoca arrugas que se acentúan con el paso de los años y la gravedad.
Cuando se trata de las rodillas, es mejor prevenir que lamentar, así que comienza a evitar las manchas solares colocándote un protector con factor alto, sobre todo si estas acostumbrada a usar prendas cortas y estar expuesta al sol.
Otro causante de rodillas envejecidas es ganar y perder peso drásticamente, ya que provoca que la piel se estire y se contraiga. Si quieres bajar de peso, que sea de forma paulatina; las dietas milagro pueden tener un efecto rebote perjudicial para tu piel, sobre todo la de las rodillas.
La hidratación es súper importante. Coloca abundante crema y exfóliate periódicamente para retirar células muertas. De esto modo, las mantendrás suaves y agradables a la vista.
Lo siguiente a tener en cuenta es realizar actividad física. Mantenerte activa aporta un sin número de beneficios a tu cuerpo y las rodillas no son la excepción. Los ejercicios ayudan a mantener los tejidos en su lugar, evitando las arrugas en la zona.
En caso que el envejecimiento sea muy severo, la ciencia cosmética ha creado una serie de tratamientos efectivos para atacar la flacidez, hiperpigmentación o manchas, con láser, radiofrecuencia o inyecciones de ácido poliláctico. En todos los casos, la clave es manterlas hidratadas.