La exitosa y vanguardista técnica de maquillaje contouring, popularizada por lograr el contraste perfecto entre los cosméticos y el tono de piel, con un resultado de rostro de porcelana, se ha renovado y pasó también a aplicarse al cabello.
Se trata de contornear la cabellera para que, al igual que en el maquillaje, resalte las facciones de la cara a través de la aplicación de tonos claros, medios y oscuros. Va más allá de solo combinar diferentes tonos de tintes para que parezcan naturales, sino que deben estar ubicados estratégicamente para lograr el efecto de resaltar el rostro.
En inglés se conoce como hair contouring y aplica los tintes sin el uso de papeles metálicos, gorros u otro tipo de herramientas. Esta técnica contempla aplicar los tonos de forma natural para que estos se difuminen y tengan un aspecto natural.
A propósito de la naturalidad, esta es la primera ventaja de esta técnica ahora aplicada al cabello. No se trata de tonos marcados, sino de naturalidad, esta será el reto del estilista que la aplique.
Se debe seleccionar un tinte que se adapte al tono de piel, complementado con al menos otros dos para hacer que se mezclen de forma natural, como lo haría el cabello sin tinturas. Y debe cuidarse que el tono se mezcle con el de la raíz del cabello. Esto además permite relajarse un poco en cuanto al mantenimiento, puesto que es menos agresivo para el cabello, y supone hacer menos retoques.
Como desventaja podemos mencionar que no es una técnica fácil de aplicar en casa, pues se requiere de la destreza de un estilista, el conocimiento en tinturas para el cabello y los lugares exactos de tu cabellera para aplicarlos, de lo contrario podrías ocasionar un desastre irreversible de colores en tu cabellera.